martes, 24 de marzo de 2015

Vida social

Hola
-Hola

Cómo estás?
-Muy bien, gracias a Dios. Y tú, como estás?

Muy bien, gracias a Dios. Cómo están tu familia y tus hermanas y tus hermanos?
-Muy bien gracias a Dios. Cómo están tu familia y tus hermanas y tus hermanos? Como está Mohamed y Laila y Mustafa y la madre?

Todos están muy bien, gracias a Dios. Que Dios les proteja.
Y como está tu hermana Fatma y Meri y tu hermano Jamudi?

-Todos muy bien, gracias a Dios. Que Dios les proteja.Y cómo está tu tío Abderrahmán que vino de Mauritania?
Está muy bien, gracias a Dios. Que Dios le proteja.

-Gracias a Dios

Así se saludan dos saharauis cada día. Y si son varios, la fórmula se combina de dos en dos. Puede parecer curioso, largo, poco práctico. Pero indica el cuidado que ponen en las relaciones sociales.

02/03/15
De buena mañana me pongo con el corral de Ahmet con todo detalle. El ambiente es tranquilo y disfruto del dibujo. Aprovecho para hacer otro apunte del camello. Me atrae como un imán, lo mismo que las cabras y los corrales.
Por la tarde Ahmet nos lleva a la familia a Smara visitar a una prima de Shabu, que ha tenido una niña. Le regalo el dibujo de la niña y la madre me lo agradece un poco atónita. No sé si porque es algo nuevo o porque mi forma de bocetar es demasiado cruda para la detallada y clara iconografía del mundo árabe. Maiziza prepara el té en la gaitun y la gente contempla curiosa mis dibujos. Maiziza se ve demasiado “negra”. Me excuso con el contraluz, pero sí, es demasiado. Y aquí las mujeres quieren estar blancas.
Después vamos a ver a Salma y sus amigas. Siempre hay un rato de cortesía hacia mí, en español. Pero si la conversación no da para más, continúan en hassania (el lenguaje saharaui) y yo me refugio en los dibujos. 
La jornada social no acaba ahí. De vuelta visitamos a unas vecinas y primas segundas que nos invitan a cenar. Me gusta verlas relajadas y a su aire, riéndose con vídeos de la tablet.
La vida social es el alma de la vida saharaui. Apenas hay cafés y algún restaurante, más para los de fuera. Pero las visitas entre familias y amigos, son constantes. Como cuando vienen a saludarme, sean quienes sean, amigas de Shabu o de sus hermanas, primos, vecinos y una lista tan extensa como uno pueda imaginar. O cuando cualquiera viene a mi habitación y se está un rato. Yo intentaba darles conversación, pero no hace falta. Es estar. Sentir la compañía mutua.












4 comentarios:

  1. Es una de las netregas más hermosas que nos has regalado.
    Un abrazo.
    Fusy (De vuelta con...)

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  2. Había olvidado publicar el saludo saharaui. Si accedes a este comentario, échale una nueva ojeada a la entrada.
    Me alegro mucho de poder transmitir esas sensaciones de familiaridad, de estar cómodo entre gente que acabas de conocer... Hay muchas cosas aquí que te chocan, precisamente por lo normales que son.

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  3. Oh, cuanta belleza encierran todos estos dibujos! Se nota tu estado de ánimo en ellos. Esa paz que se respira en el fondo y que te envuelve.
    Observo que visitas, más a mujeres que a hombres, incluso las dibujas o estás a menudo entre ellas. Es por algún motivo? Donde están ellos? Están trabajando? Sus caras, siempre sonrientes son muy hermosas y refiriéndome a los hombres, he visto en las fotografías que hizo mi padre, que al abrir sus bocas enseñan, parece que con cierto orgullo, la escasez de dientes y los pelos muy alborotados debajo de esos turbantes. Esta es la imagen que me dejó de los saharauis que él fotografió. Quizás por lo exótico de sus figuras. Los niños no me extraña, porque son curiosos y les gusta la novedad. La verdad es que son extraordinariamente guapos ellos y guapas ellas, para nuestro concepto de la belleza. Con una mirada penetrante.
    Bueno, no quiero darte más la lata. Que sigas disfrutando.
    Has visto alguna fiesta de fantasía con sus camellos?
    Un abrazo.

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  4. Es cierto Joshemari. Mi anfitriona es mujer y como las normas de seguridad dicen que no nos debemos separar, pues a mi me viene bien acompañarla en las visitas entre amigas o familiares. Al fin de cuentas, no quiero ver nada espectacular. Solo la vida que me pasa por delante de los ojos. Y en todo caso es un buen motivo para observar la belleza y la armonía de la gente que voy conociendo. es algo que, ya en sí, vale la pena.
    Lo de los dientes, creo que en su dieta falta algo que les hace carecer de esmalte. Desde pequeños sus dientes son más blancos de lo normal. Luego se tiñen, con el té y el tabaco, como la tiza. Sin nada que parezca protejerlos.
    Fiestas de fantasía no he visto, porque aquí en los campamentos, no es habitual hacer espectáculos. Pero en casa se baila de forma espontánea. Me encantan esas sesiones tan naturales. Las mujeres tan femeninas y los hombres con una energía muy varonil.

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