Tras tener mi diario gráfico original lo suficientemente avanzado, era mi intención publicar una entrada cada tres días. Pero la conexión aquí no es segura, por lo que el ritmo de las publicaciones puede variar, dependiendo de la disponibilidad. Espero que os siga interesando lo que sigue.
27/02/2015
Hoy es fiesta nacional. Hemos ido a Smara, la wilaya
donde se celebra la proclamación de la República Árabe Saharaui Democrática. En
una gran esplanada, que es el centro social, es donde ocurre todo. En realidad
está habiendo actos desde el día 24 en que llegué a los campamentos. Pero hasta
hoy, preferí adaptarme a la vida
cotidiana. Las cosas son tan diferentes aquí que cuesta hacerse con el norte.
El lugar estaba abarrotado de gente. Y hemos visto pasar a
una cohorte de mujeres ataviadas con curiosos y vestidos negros cruzados por
amplias bandas en X. Desfilaban bailando al son de un ritmo marcado por sus guitaar, que emplean saharauis y mauritanos. Los
críos, en primera fila, lo pasaban en grande. Las chiquillas, guapísimas, con
adornitos de colores a lo largo de sus rizos, a lo afro. En todo el mundo
se ven atavíos de colores muy variados. Las mujeres envueltas en sus melhfaas y
los hombres, en su mayoría de figura alta y atlética, dan a su darraa una caída
muy elegante.
El final ha sido la presentación frente a la gaitun de las
autoridades, de una gran pancarta en la que se denunciaba el espolio de
recursos en los territorios ocupados.
Había también un montón de cooperantes que, como yo,
curioseaban o documentaban los actos. Muchos, comprando recuerdos para llevar de
vuelta.
Acabada la fiesta, hemos vuelto a Bundjur, a casa de Fatma, una amiga
de Shabu, que nos invitaba a comer maru u hut.
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